De satanismo y otros demonios en Colombia
Complacientes, obstinados, sabios, protectores de la naturaleza, y humanistas, eso es un satanista de verdad, esto según uno de los miembros de la Iglesia Mayor de lucifer en Bogotá.

La mala fama de los satanistas en Colombia proviene desde la conquista, el señalamiento y la persecución de todo aquel que no fuera católico o cristiano, viene de la misma época de la inquisición en Europa y conquista de América. El historiador Jaime Borja, en su trabajo rostros y rastros del demonio en la Nueva Granada, pone en evidencia la necesidad de los españoles por cristianizar América Latina y evitar las mezclas de grupos étnicos y culturales, a través de juzgar como idolatría, herejía, pactos con el demonio y brujería, todas las tradiciones indígenas y africanas radicas en la Nueva Granada. Esta herencia colonial se ha mantenido a lo largo de dos siglos en nuestra historia, y hoy constituye los principios de dualidad, exclusión y estigmatización de la sociedad colombiana, afirma Borja.
Los mitos en torno a quienes se autodenominan parte del satanismo son variados pero todos coinciden en ser negativos y acudir a las imágenes del mal, de lo oscuro y lo “profano”. Héctor Escobar Gutiérrez (escritor y poeta colombiano), se consideró satanista en vida y en su caso llegó a autodenominarse “el papa negro colombiano”, en múltiples entrevistas habló de satanás como parte de su religión y no ocultó su posición de líder satanista, incluso sus exequias se consumaron bajo ritos satanistas.
Colombia ocupa el tercer lugar en proliferación del satanismo en el mundo, antecedido por EE.UU en primer lugar (donde se creó la primera Iglesia Satanista del mundo) y seguido por Italia (país donde se encuentra la sede principal de la Iglesia Católica); en Bogotá no existe formalmente un templo dedicado al satanismo, sin embargo, hay grupos conformados de personas que se autodenomina satanistas y cada semana se reúnen para hablar de lo que ellos denominan reflexiones de vida.
No es posible organizar a todas las creencias en una sola categoría, tampoco los satanistas y satánicos, se pueden poner en una misma categoría, no todos creen en Satán, así lo asegura Adriana Aristizabal Orozco en su tesis sobre satanismo. La primera corriente del satanismo, que describe en su tesis, corresponde a los satanistas racionalistas, su mayor exponente fue Anton Lavey (el mismo que escribió la biblia satánica) fundador de la iglesia de Satán en 1966. Los satanistas racionalistas aseguran que no existe ni Dios ni el Diablo. Satán se convierte para ellos, en una metáfora de rebelión contra la moral cristiana y la abstinencia.
La segunda corriente, corresponde a los Satanistas Teístas, los cuales se separaron de la Iglesia de Satán en 1957 y conformaron el Templo de Set, además afirman que sí existe una deidad para adorar y es un ser metafísico llamado Set, el cual también corresponde al dios egipcio del desierto y las tinieblas.
Entre las dos corrientes satanistas se encuentran los Luciferianos, los cuales han mantenido una tensión entre el seno mismo del satanismo, ya que muchos no se consideran satanistas. aunque los luciferianos no poseen deidades, se oponen a algunas visiones del satanismo racional y no están de acuerdo con algunos postulados del satanismo teísta. Los luciferinos consideran que los seres humanos tienen una parte espiritual, la cual deben cultivar, y por eso según Zagan, miembro de la Iglesia Mayor Luciferiana en Bogotá, buscan entre “la luz y la oscuridad” mantenerse en equilibro. Sin recurrir a la luz de una deidad y tampoco a la autocomplacencia sin límites y responsabilidades.
Para este reportaje, dos personas que pertenecen a la Iglesia Mayor luciferiana en Bogotá hablaron sobre su vida como satanistas, los estigmas y los principales mitos sobre sus prácticas cotidianas. Gadrel y Zagan (de esta manera se refirieron entre ellos durante la entrevista) son hermanos y pertenecen a la Iglesia Mayor de Lucifer, sus pseudónimos hacen alusión a dos demonios hebreos de alta jerarquía. La secta fue fundada en Houston a mediados del 2014 y se ha expandido en Latinoamérica y Europa; en Colombia afirman tener presencia en: Bogotá, Cali, Medellín, Pereira, Ipiales, Popayán y Cartagena.
A simple vista son hombres comunes y corrientes, sin prendas de color negro, ni cabello largo, o algún tipo de modificaciones corporales visibles. Lo único que comparten es el parecido de su rostro y una espesa barba. Gadrel tiene 35 años y dice ser subgerente de una sucursal bancaria en Bogotá, por su parte Zagan, al menos 10 años menor que su hermano, afirma ser psicólogo social.
¿Qué o quién es Satanás?
G- Satán es luz, es sabiduría y es una herramienta, no una deidad. A través de él conseguimos la capacidad de evolucionar, sin la repulsiva veneración cristiana. Satanás es una parte del satanismo, no un todo como ocurre con la religión, él no está en el centro de nuestra vida, ni nos impone nada más que seguir nuestros deseos. Sin embargo, quien para nosotros es importante es Lucifer no Satán. Ya que, la figura de Lucifer es considerada un ángel caído por hacer morder la manzana del conocimiento a la humanidad.
¿Definan el satanismo?
Z- El satanismo para mí, es una filosofía y un estilo de vida. Es una aproximación al placer, a la verdad y a la libertad. Además es una disposición más que religión, ya que se ocupa de todas las facetas de la existencia humana, y no únicamente de los denominados aspectos espirituales. -De esta misma manera lo denomina, Anton Szandor LaVey escritor de la biblia satánica- nosotros defendemos la libertad en el sentido de la palabra, sin que ésta afecte a otros.
G- Yo le confiero al satanismo un plano de no-moralidad de búsqueda de evolución del ser humano. Aquí nadie impone reglas, se dejan a conciencia de cada quien. Y los satanistas no somos más que complacientes con nosotros mismos, obstinados, sabios, protectores de la naturaleza, y humanistas, eso sí un satanista de verdad.
¿Qué hacen cuando no están en la iglesia?
Z- Yo soy psicólogo social, trabajo con el manejo de pacientes drogodependientes. Tengo una novia y ella sabe que soy satanista, al principio fue muy difícil hacerle entender que no bebo sangre de bebé o de caballos [risas], pero poco a poco lo entendió y a veces nos acompaña en rituales, nuestros padres son los únicos que no saben, ellos son bastante religiosos y una noticia de este tipo no sería lo mejor.
G- Yo tengo una familia, y dos hijos. Trabajo en un banco y nunca ha sido un problema, eso sí, a veces me topo con personas que no lo reciben muy bien a uno, pero en general soy discreto con mis creencias, como debe ser.
¿Cómo es una reunión en la Iglesia de Lucifer ?
Z- No invocamos demonios o sacrificamos animales o bebés. En realidad compartimos apartes de literatura apócrifa -o literatura considerada prohibida en otro tiempo- hablamos de todos los temas, a diferencia de una iglesia tradicional, lo prohibido para nosotros no existe. Incluso a veces recibimos y damos consejos de sexo tántrico o manejo de relaciones en pareja.
G- Nuestras reuniones son siempre en la noche, generalmente los viernes, sábados o martes, ya que es el único momento en que todos tenemos libre en la semana. En cada reunión el archerius minor -o el líder - lee algunas palabras o mantras - sonidos que generan concentración- luego de eso, pasamos a analizar algún aparte de un libro de Robert Anton Wilson, Aleister Crowley o el mismo Anton LaVey, las opciones son variadas y nuestras reuniones son cortas en alguna casa o en lugar público.
¿No realizan ningún tipo de ritual, sacrificio u ofrenda?
Z - Tenemos rituales, de cambio de estación en los cuales celebramos el equinoccio de invierno o el solsticio de primavera, también celebramos fiestas paganas, celtas y druidas, con rituales de consagración. En ninguna de nuestras celebraciones hacemos algún tipo de sacrificio con animales o humanos, no al menos los satanistas luciferianos. Siempre ha sido un error generalizar a todos los satanistas con los satánicos y pretender que signifiquen lo mismo.
G- así como no todos los católicos y los cristianos son igual de hipócritas, los satanistas nos diferenciamos por nuestras creencias desde la manera en que abordamos a satán o realizamos nuestra creencia por nosotros mismos. Hay de los satanistas que sólo creen en ellos mismos, los cuales no realizan ningún tipo de rituales, existen también los que practican el nihilismo. Cada comunidad es autónoma, aquí no nos imponemos fechas, la única en la que todos coincidimos es el 31 de octubre, es nuestra semana de “peregrinación”. Nosotros los luciferianos sólo conmemoramos algunas fechas en el calendario, alineaciones planetarias, equinoccios, solsticios, y eventos importantes para algunos de nuestros miembros como son las bodas o los funerales.
¿Cuál es la diferencia entre un satanico y un satanista?
Z- Principalmente la adoración que se le brinda a Lucifer, nosotros no lo adoramos, sólo lo respetamos y sus principios son parte importante de nuestras vidas. Como ya dije no todos los satanistas somos iguales y tampoco se puede comparar un satánico o un “matagatos” [risas] con la disposición del satanismo. Los satánicos brinda adoración a Lucifer, su vestimenta es exagerada y no tienen ningún de tipo de base filosófica, son sólo sectas dirigidas por fanáticos que le han hecho mucho daño al satanismo. Yo creo que el satánico no es más que un antisocial, no un verdadero satanista.
G- La diferencia entre el satánico y el satanismo es una delgada línea entre lo moral y lo pragmático, es decir nosotros vivimos como satanistas, la filosofía de la autocomplacencia, de la amabilidad para quien la merece y la venganza como principio de justicia. Por su parte, el satánico es un católico adorador de Lucifer, le reza 6 veces al día, escucha música metal, practican misas negras, algunos son necrofílicos, además están condicionados a las órdenes de un líder que les pide desde dinero hasta orgías, y eso no es más que un actuar ridículo, eso no es satanismo. Los satánicos no son más que fanáticos “ácidos” de aquellos que matan gatos, saquean tumbas, se bañan en sangre y profanan iglesias, yo nunca estaré de acuerdo con ese tipo de comportamientos.
Y la Iglesia Católica ¿cómo la perciben?
Z- La Iglesia Católica necesita de los satanistas y de satán para mantener su negocio de fe. A sus feligreses se les vende miedo, para mantenerlos cohesionados a una institución sin principios, y cada vez más degenerada. Yo describiría la Iglesia Católica como lo hizo Fernando Vallejo “la puta de Babilonia”.
G- La Iglesia Católica encarna todos los principios de humillación, sumisión y doblegación para un ser humano. El arrepentimiento es su pilar y la abstinencia es su mayor filosofía de vida. La Iglesia es una culpable histórica de muchos acontecimientos, y siempre está buscando por fuera lo que está bien adentro.
¿Por qué su vestimenta y su apariencia física no corresponde al imaginario de un satanista o satánico?
Z- Nosotros vivimos en función del satanismo, de eso hablan nuestros actos, la manera en que tomamos decisiones en la vida y cómo nos comportamos frente al arrepentimiento; y consideramos que eso es suficiente, por mi parte solo tengo mi barba que representa sabiduría como muchos maestros satanistas. Y es curioso porque muchas veces las personas nos encasillan en un sólo tipo de vestimenta, con un sólo tipo de prácticas satánicas y no se dan cuenta que muchos personajes en la historia han sido satanistas y han aportado de manera considerable al desarrollo de la humanidad, aunque respeto al satanista que asume la vestimenta estereotipo, yo considero que los verdaderos actos de satanismo se viven, y en realidad uno puede tener un vida perfectamente normal, sin poseer una camiseta que diga “Ava satanás” o un pentagrama colgado en el cuello.
G- Por mi parte, yo sólo me pongo algunas prendas cuando estoy con personas de la secta, o prefiero de esa manera porque es el lugar donde me siento cómodo usándolas y no quiero convertirme en un religioso, de esos que reparten papelitos por ahí con mi vestimenta. Creo que dejar de usar las típicas prendas negras, con chaquetas de cuero y tatuajes alusivos a Belcebú es característica de los luciferianos.
Finalmente, ¿qué piensan de la muerte? ¿A dónde irán cuando eso pase?
G- Pues al infierno [Risas]. Yo creo que uno de los mayores miedos como seres humanos es a dónde ir después de la muerte, pero sin duda me iré al infierno y estoy seguro que la pasaré bien. ¿O usted se imagina un cielo con personajes como el procurador, los curas pederastas y toda la godarria de este país? de ser así yo prefiero que me manden al infierno junto a grandes personajes en la historia que se rebelaron contra “el reino de Dios” y entendieron que la libertad en todo el sentido de la palabra es parte de una vida que merece ser vivida.
Z- Parto de una lógica simple, pero tan difícil de entender para los que hacen parte del catolicismo o de la tradición judeo-cristiana. Si Dios los premiará por hacer lo que él quiere, ¿por qué razón Satanás nos castigará por hacer lo que él quiere? Yo creo que el infierno es a donde llegaré y lo digo con orgullo, un lugar libre de hipocresías, de moralidades estúpidas, de inclinar la cabeza y poner la otra mejilla.
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La Iglesia Mayor del Satanismo hace parte del satanismo contemporáneo, de esta manera lo explican sus miembros y añaden, como el catolicismo y el cristianismo tienen variantes y disidencias, el satanismo también las posee. Es por eso que Michael Ford, Jacob No y Jeremy Crow, fundadores de la Iglesia Mayor de Lucifer, escogieron a Lucifer como el centro de su iglesia. Ellos atribuyen a un error de traducción de la Biblia el pensar a Satanás y a Lucifer como lo mismo. Según, los miembros de la Iglesia, esta diferencia recae que Lucifer es considerado un ángel caído que da luz a través del conocimiento, mientras que Satanás es considerado por muchos una deidad. Frente a otros aspectos característicos, los luciferianos aseguran que sí tienen una parte espiritual por la cual se debe trabajar y el hecho de pensar que la complacencia sin una responsabilidad, es lo que los sitúa lejos de otras ramas del satanismo.
Para Andrea Porcarelli, profesor de filosofía, antropología y ciencia de las religiones en la Universidad de Roma. El satanismo se entiende como la exaltación del ser humano, la libertad de los modelos religiosos y se convierten en una promesa de liberación, que puede retornar al punto de la teología de la liberación y el cristianismo mismo.
Por: Julián David Ramírez Castro
SOBRE EL AUTOR

Julián David Ramírez. Estudiante de Lenguajes y estudios socioculturales. Hago opción en periodismo y no hay tema límite en mis trabajos. Me gusta la crónica, el periodismo social y cultural. @putopias