Desplazados: decisión u obligación
“Los desplazados son personas que están muy mal, pero les gusta dar pesar, me molesta incluso que algunos usan a sus hijos”.
Laura Chaparro egresada de la Universidad del Bosque.

SOBRE EL AUTOR

Jorge A. Mejía M. tengo 21 años, curso octavo semestre de ciencia política con opción en economía y periodismo en la Universidad de los Andes.
Seguramente ha visto en la calle de su ciudad y de varias ciudades a personas, incluso familias pidiendo limosna o vendiendo bolsas de basura, algunos de ellos con carteles que dicen: “soy desplazado por favor ayúdeme.” Hay personas como Judith Cuzguen trabajadora doméstica de una casa del sector de La Calleja, que pueden llegar a pensar que no son desplazados, que solo quieren pedir plata, que lo hacen por gusto y no por necesidad. De estos pensamientos nace una idea de sociedad, de otredad que se genera en el día a día. Esta situación que deja a la deriva el significado del ser desplazado, permite que se cree una visión donde el desplazado es todo aquello que no queremos ver como producto de la violencia e inestabilidad económica y terminamos por asociar a la pobreza.
Muchas veces he visto pasar a la gente al lado de estas personas, en el carro o a pie y simplemente cruzan la mirada, hacen de cuenta que no existen, rechazan y niegan su presencia. Esto genera ciertas preguntas: ¿qué significa ser desplazado? ¿cómo ven las personas del común a los desplazados?
¿Alguna vez alguien se ha detenido a pensar en esto? ¿Ven a estas personas y piensan en la problemática que existe detrás de sus caras y carteles o simplemente son individuos externos al ciudadano del común?
“Persona: Inadaptada, que no se ajusta al ambiente o a las circunstancias.” Así define la RAE (Real Academia Española) la palabra desplazado, el Centro de Memoria Histórica ve a los desplazados como victimas que merecen ser reparadas y dignificadas. Estas son definiciones que demuestran el debate de ver por un lado, en los desplazados una figura de pobreza y por el otro, una víctima de la violencia.
Pero qué piensa la gente que transita por Bogotá sobre estas personas, acaso es el típico “pobrecitos pero solo quieren pedir plata” como piensa Juan Contreras estudiante de la Universidad del Bosque al ver que en su camino hacia la calle 19 con 134 se topa con unos letreros de desplazados. Entre otras opiniones, se encuentra la de Laura Chaparro egresada de la misma universidad quién piensa que “son personas que están muy mal, pero les gusta dar pesar, me molesta incluso que algunos usan a sus hijos, yo creo que si hay trabajo para todos y hay muchas formas fáciles de reunir dinero… no se miles de opciones, si yo estuviera muy mal no utilizaría dar pesar, vendería manillas o arepas”.
Estás son opiniones y definiciones que los transeúntes de Bogotá le dan a los desplazados, varias personas a las que les fue consultada su visión sobre estas personas que a diario se ven en las calles de las ciudades respondieron cosas similares, que solo quieren pedir plata y no quieren trabajar, que el Gobierno les da subsidios y aún así piden plata. Pero entonces estas personas ¿por qué se encuentran en la calle?, ¿por necesidad o porque el Estado no hace su tarea de proteger y ayudar?

Las cifras no mienten y negar que existe un problema de desplazados no solo reafirmaría ese prejuicio, sino también continuaría desconociendo la importancia de este asunto social. Por ejemplo, Yopal la capital del departamento de Casanare es uno de los municipios donde más desplazados han llegado. Según el Tiempo en el 2003 existían más de 6.000 familias desplazadas en este departamento. De acuerdo con el señor Venegas, funcionario de la alcaldía de Yopal el municipio tiene un plan para las personas desplazadas que consiste en darles ciertos subsidios monetarios y proveer una vivienda para cada familia desplazada que llegue, buscando darles unos mínimos beneficios que les permitan adaptarse a la ciudad y buscar empleo.
Gina Venegas hija del funcionario, dice que a pesar de los subsidios que el municipio de Yopal da a los desplazados que llegan a su ciudad en las calles se ven varios de ellos pidiendo plata, para ella ellos “no quieren trabajar, son unos perezosos por qué no buscan trabajo si se les dan subsidios para que lo puedan hacer”.
En esta situación, vale la pena mencionar que el gobierno sí está ayudando a los desplazados y cumpliendo su labor, gracias a la ley 387 de 1997 que reglamenta los auxilios que se les darán a los desplazados. Adicionalmente, existen instituciones en varias ciudades que se encargan de esto como el ISVIMED en Medellín que genera los auxilios de vivienda y busca darles un hogar a las familias desplazadas que llegan a esta ciudad.
A estas instituciones, se suma el Centro de Memoria Histórica, la ACNUR y otras organizaciones que generan un ambiente cómodo para que los desplazados puedan contar sus historias, para que la gente del común pueda ver la realidad y escuchar la voz de estas personas. Estás organizaciones han generado mediante el uso de distintas narrativas, como los videos y el canto, que los desplazados cuenten lo que son.
“Los desplazados tienen la necesidad de contarse y mediante estas nuevas prácticas lo pueden hacer” así lo ve Salomón Echavarría funcionario del Centro de Memoria y líder de varias iniciativas de este tipo. Según Echavarría: “los desplazados son más que victimas del conflicto, son más que simples personas que buscan ayuda en los demás, muchas veces los que ellos quieren es poder contar su historia, desahogarse, no buscan dinero ni nada de ti, más que los escuches”.
Las personas desplazadas tienen un trasfondo que muchas veces no queremos ver, como dice Claudia una mujer desplazada que trabajó en un proyecto con Salomón “llevamos con mi familia 10 años en esta ciudad y aún no nos hemos podido adaptar, después de dejarlo todo, mi esposo casi no consigue trabajo y poder volver a llevar una vida normal ha sido muy duro”. Esta mujer participó en un proyecto en el cual se realizaron varios videos contando historias de desplazados, videos que permiten que el ciudadano del común vea el fondo de esta situación y no se cegué a crear un significado que tal vez pueda estar errado.
Gracias a varias iniciativas que se han creado para construir memoria y reparar a varias personas desplazadas se puede tratar de entender su situación, videos como el de Sin Nombre: Testimonio de mujeres desplazadas o el de Agro arte, permiten entender y ver que muchas veces estas personas, necesitan ser escuchadas, tener un apoyo para salir adelante, pero no un apoyo económico sino un apoyo social donde la situación se haga más llevadera. Qué creer de alguien o como desarrollar un prejuicio sobre algo solo depende de cada persona, por ello lo mejor será utilizar todas las herramientas posibles para poder entender una situación de la mejor manera.
Por: Jorge A. Mejía